Cinco maneras de dejar de comer emocionalmente desde una perspectiva bíblica – Jessica Hottle

Si eres de aquellos que recurren a la comida como una forma de consuelo emocional, esta artículo es para ti. En esta ocasión, exploraremos cinco poderosas maneras de dejar de comer emocionalmente desde una perspectiva bíblica, de la mano de la inspiradora escritora Jessica Hottle. Descubriremos cómo la sabiduría y enseñanzas bíblicas pueden ser herramientas efectivas para superar este hábito dañino. ¡Prepárate para liberarte de la comida emocional y descubrir un camino lleno de paz y plenitud!

Comer emocionalmente es algo que todos hacemos y seguiremos haciendo. Sin embargo, creo firmemente que podemos reconocer cuando estamos comiendo emocionalmente y sentir curiosidad por saber qué necesitamos. Quiero ayudarte a dejar de comer emocionalmente.

¿Qué es la alimentación emocional?

Las palabras se describen a sí mismas: cuando comemos emocionalmente, comemos para llenar un vacío emocional o para satisfacer una emoción que sentimos. Ya sea malestar, tristeza, tristeza, enfado o alegría y felicidad.

El problema es que muchas mujeres intentan dejar de comer emocionalmente. Creen que si pudieran encontrar la forma correcta de comer o el ejercicio perfecto, la alimentación emocional no sería un problema.

Las emociones son internas. ¿Pueden ayudar las cosas externas que hacemos? Sí, pero eso no llega a la raíz del problema.

¿Por qué sigues comiendo tus sentimientos?

Comer puede ser una forma de silenciar o “suprimir” temporalmente emociones desagradables como la ira, el miedo, la tristeza, la inquietud, la soledad, el resentimiento y la vergüenza.

Mientras se adormece con la comida, puede evitar los sentimientos difíciles que preferiría no sentir. Aburrimiento o sensación de vacío.

Si no estás acostumbrado a expresar tus sentimientos a los demás o a Dios, o si tienes miedo de hacerlo, encontrarás una manera de expresar tus sentimientos o necesidades. Incluso si hay un alivio temporal. Esto suele ir seguido de vergüenza (eres malo) porque no se satisfizo la necesidad y los sentimientos no se expresaron plenamente.

Comer emocionalmente no es malo a menos que sea nuestra única forma de afrontarlo.

Deshazte de la alimentación emocional

Una es que intentamos afrontar nuestro dolor con lo que yo llamo positividad tóxica u optimismo ciego. Aquí ni siquiera nombramos el dolor ni nombramos específicamente lo que duele. Sin embargo, esperamos que lo bueno de la vida anule lo difícil. No se tolera el dolor y la alegría al sentarse juntos en la misma habitación.

En el otro extremo, tomamos nuestras experiencias emocionales dolorosas y tratamos nuestros sentimientos como si fueran la parte más real de nosotros. Como le gusta decir a mi amiga Nicole: «Existe una diferencia entre los sentimientos reales y los sentimientos verdaderos».

Podemos elegir cómo lidiamos con nuestro dolor y qué cosas le decimos con suavidad. A veces necesitamos reducir la velocidad y aprende a descansar.

Dado que no podemos satisfacer el hambre emocional con comida, nombrar tu dolor es uno de los primeros pasos para liberarte de la alimentación emocional. Si no sabes a qué dolor te estás dirigiendo, no podrás decir la verdad. Un error común que cometemos es que tendemos a hablar mucho más en el lenguaje de la identidad que en términos de nuestras circunstancias. Cuando te sientes impotente, impotente o incapaz de cambiar cómo te sientes y cómo abordas tu vida, el error común es decir: «Soy amado».

Como seres humanos, tenemos un valor inherente. Pero si el dolor que nosotros o alguien más sentimos es impotente, impotente o está fuera de control, no abordará el núcleo de esa experiencia emocional. Entonces hay que nombrar ambos específicamente: ¿Cómo me siento? ¿O cómo me siento acerca de mis circunstancias? A decir verdad, tenemos que abordar el dolor. Yo diría que este es el primer paso práctico para liberarse de la alimentación emocional.

Cinco maneras de dejar de comer emocionalmente desde una perspectiva bíblica – Jessica Hottle

Cómo lidiar bíblicamente con la alimentación emocional

Comprender y conocer estas cinco cosas forma la base de nuestras acciones:

  1. Somos consolados por Dios. Él nos deja sus promesas para nuestra relación con Él.
  2. Podemos confiar en Dios en esta situación y en nuestros sentimientos.
  3. Cuando sabemos que Dios se preocupa por nosotros, le echaremos nuestras preocupaciones a Él. No tenemos que hacerlo solos.
  4. Saber que Dios nos ama nos da seguridad, saber que somos vistos, oídos y amados. Dios escucha tus oraciones y tus gritos.
  5. Conocimiento de la naturaleza y el carácter de Dios. La fuerza de nuestra relación con Dios está directamente relacionada con nuestra comprensión de Dios.

Nuestras acciones deben basarse en estas cinco cosas para liberarnos del comer emocional. Eso no significa que nunca comeremos emocionalmente. Esto significa que cuando hagamos esto, reconoceremos nuestros sentimientos y no dejaremos que nos controlen.

Si no puede liberarse de comer en exceso, de comer emocionalmente y de los atracones, tome mi curso, Marco bíblico para superar la alimentación emocional.

Cinco maneras de dejar de comer emocionalmente desde una perspectiva bíblica – Jessica Hottle

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Cinco maneras de dejar de comer emocionalmente desde una perspectiva bíblica – Jessica Hottle

¿Sientes que a menudo recurres a la comida para consolarte emocionalmente? No estás solo. Muchas personas utilizan la comida como una forma de lidiar con el estrés, la tristeza o la ansiedad. Afortunadamente, existen maneras de superar este hábito y encontrar la paz interior desde una perspectiva bíblica. En este artículo, Jessica Hottle, una reconocida autora y conferencista cristiana, nos comparte cinco consejos para dejar de comer emocionalmente.

1. Identifica las verdaderas causas de tu alimentación emocional

Antes de poder abordar el problema, es importante identificar las razones subyacentes de tu alimentación emocional. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué emociones estoy tratando de suprimir o aliviar con la comida? ¿Hay heridas emocionales o traumas que aún no he abordado? Tomarse el tiempo para reflexionar sobre estas preguntas te ayudará a comprender por qué recurres a la comida en momentos de angustia.

2. Busca apoyo espiritual

La Biblia es una gran fuente de consuelo y sabiduría. Busca pasajes que hablen sobre el cuidado de nuestro cuerpo y la importancia de encontrar la paz en Dios. Jessica Hottle menciona que ella encontró fuerza y ​​apoyo espiritual en el Salmo 139:14, que dice: «Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.» Además, también recomienda unirse a grupos de estudio bíblico o buscar la guía de un líder espiritual para recibir apoyo en este viaje.

3. Encuentra alternativas saludables para lidiar con tus emociones

En lugar de recurrir a la comida, busca alternativas saludables para manejar tus emociones. Por ejemplo, puedes intentar hacer ejercicio, meditar, leer un libro inspirador, escribir en un diario o practicar actividades creativas como la pintura o la música. Estas actividades no solo aliviarán tus emociones, sino que también te ayudarán a fortalecer tu conexión espiritual y a encontrar una paz duradera.

4. Aprende a escuchar las señales de tu cuerpo

Es importante aprender a escuchar las señales de tu cuerpo y diferenciar entre el hambre física y el hambre emocional. Muchas veces, recurrimos a la comida cuando en realidad nuestro cuerpo tiene otras necesidades, como descanso, hidratación o compañía. Prueba practicar la atención plena mientras comes, y pregúntate si realmente tienes hambre o si estás buscando llenar un vacío emocional con la comida. Con el tiempo, podrás identificar estas señales más fácilmente.

5. Rodéate de un entorno saludable

Tu entorno juega un papel importante en tus hábitos alimenticios emocionales. Intenta rodearte de personas que apoyen tu objetivo de dejar de comer emocionalmente y que te brinden incentivos positivos. Además, mantén tu despensa y tu refrigerador llenos de alimentos saludables y evita tener alimentos que te tienten fácilmente al alcance de la mano. Tener un entorno saludable facilitará el proceso de dejar este hábito.

Recuerda, dejar de comer emocionalmente puede llevar tiempo y esfuerzo, pero con la ayuda de Dios y siguiendo estos consejos, serás capaz de liberarte de esta dependencia y encontrar la paz que anhelas. ¡No estás solo en este viaje!

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