Escuchar la voz de Dios sobre las mentiras del enemigo – Jessica Hottle

En el ajetreo diario de la vida, a menudo nos encontramos bombardeados con mensajes negativos y engañosos que provienen de todas direcciones. Pero en medio de esta cacofonía de mentiras, hay una voz que se eleva por encima de todas ellas: la voz de Dios. En este poderoso artículo, la autora Jessica Hottle nos guía para que aprendamos a escuchar la voz de Dios sobre las mentiras del enemigo. Descubre cómo discernir la verdad divina en medio de las falsedades que el mundo nos presenta, y cómo encontrar la paz y la fortaleza en la palabra de Dios. No te pierdas esta oportunidad de desafiar las mentiras del enemigo y fortalecerte en la verdad liberadora de nuestro Creador.

Escuchar la voz de Dios significa distinguir entre las diferentes voces que escuchamos. Ya sea a través de nuestros sentimientos y lo que comunican, o a través de lo que el enemigo quiere distraernos.

Para escuchar la voz de Dios, debemos pensar en lo que pensamos en lugar de permitir que lo que sucede determine en última instancia nuestras vidas.

Quiero decir que tenemos la verdad sobre nuestra situación y la verdad sobre nuestra situación, que es Dios. Por tanto, no tenemos que negar que nuestra realidad existe ni pretender que todo está bien aunque no lo esté. Sin embargo, podemos orar y pedirle al Señor que nos muestre lo que es verdadero y correcto, lo que trae sanación y claridad.

¿Cómo sabes que has escuchado la voz de Dios?

¿Cómo sabemos si escuchamos la voz de Dios o el enemigo o nuestros sentimientos? Echemos un vistazo a los frutos que traerá cada uno.

No importa qué frases o palabras alguien use para hablar de nosotros, si alguien nos miente o nos miente lo suficiente, comenzamos a creer que es verdad. Las palabras en las que meditemos serán las palabras que reproduzcamos. Todo lo que se repite construye algo. Podemos inventar historias sobre nosotros mismos basándonos en el dolor de otras personas y en cómo ven sus vidas y su mundo.

Piensa en nosotros como esponjas. Cualquier sustancia que empape una esponja, sale cuando se escurre la esponja. Nuestras vidas son similares. Simultáneamente absorbemos nuestro entorno, el dolor de otras personas y nuestras circunstancias. Lo que ingerimos saldrá de nuestro corazón y de nuestra boca.

Ahora la pregunta es: ¿qué hemos absorbido? ¿Opiniones? ¿Momentos pasados? ¿Trauma? ¿Dolor? ¿Alegría? ¿La verdad?

Podemos aceptar tanto la verdad como la mentira en nuestras vidas. Para escuchar la voz de Dios, debemos hacerlo. Saber la verdad y reconocer las mentiras, porque eso es lo que hace la verdad. La verdad revela la oscuridad.

Cuando incorporamos la Palabra de Dios a nuestros pensamientos actuales, nuestra mente se enfrenta a dos puntos de vista opuestos. Dado que Jesús es la encarnación de la verdad, cualquier cosa que contradiga su palabra es mentira.

Reconfiguramos nuestro cerebro cuando surgen los mismos pensamientos y nuestra forma de vida sigue siendo la misma día tras día. Cuando nuestro pensamiento comienza a cambiar, cuando elevamos nuestro pensamiento a la verdad de Dios, podamos viejos caminos neuronales y formamos otros nuevos. Cuando reconocemos que Jesús nos está invitando a ver su perspectiva y no la nuestra, la curación viene a través de su bondad y compasión que se extiende a nuestro dolor y experiencias.

Escuchar y escuchar la voz de Dios

La curación es una invitación bienvenida cuando nos damos permiso para desenterrar partes de nosotros mismos enterradas o para descansar cuando sea necesario. Procesar a través del dolor y el perdón no significa que lo que experimentaste no exista o no sea válido. Podemos experimentar nuestros sentimientos y al mismo tiempo no permitir que moldeen nuestro valor o identidad.

Cuando sostenemos tanto nuestros sentimientos como la verdad de Dios, comenzamos a cerrar la brecha entre el sentimiento y la curación. Reconocer estos patrones nos permite escuchar la voz de Dios con mayor claridad. Una buena forma de saber si creemos o no en una mentira es plantearnos unas sencillas preguntas:

1. ¿Qué frutos está produciendo mi vida en estos momentos?

2. ¿En qué pienso la mayor parte del tiempo?

3. ¿Qué sentimientos provocan en mí mis pensamientos?

Para hacer estas preguntas necesitamos pensar en lo que pensamos. Mientras más de la Palabra de Dios tengamos almacenada en nuestros corazones, más fácil será exponer las mentiras. La conciencia requiere que le pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a tomar conciencia para que podamos solucionar el problema.

Por tanto, reconocer una mentira significa conocer los frutos que la mentira produce en nuestra vida. Una mentira conducirá a algún tipo de destrucción, ya sea una derrota en nuestra vida de pensamiento, celos o inseguridades en nuestras relaciones, o sentirnos estancados en nuestro propósito o hacia donde Dios nos ha llamado. Las mentiras hacen que nos quedemos en un mismo lugar durante mucho tiempo. Las mentiras no quieren que ganemos. Juan 8:44 nos dice que Satanás no sólo es un mentiroso, sino también “el padre de la mentira” (NVI). No hay verdad en él. El enemigo es un mentiroso. Él quiere reemplazar la verdad en nuestros corazones y almas con engaño. Si el enemigo puede distraernos y concentrarnos en nuestras dolorosas mentiras, puede mantenernos alejados de Dios.

Por lo tanto, sólo podemos resistir las mentiras fortaleciendo nuestra relación con el Padre, que afina nuestros oídos para escuchar la voz de Dios. En un nivel personal.

Su Palabra nos dice que tenemos el poder de controlar nuestras emociones y lidiar con ellas sin permitir que se intensifiquen. No tenemos que adivinar los resultados que obtendremos cuando respondamos en función de nuestros sentimientos. Sin crear espacio, responder al dolor o al enojo genera más frustración, pérdida, enojo o dolor. Captar cada pensamiento y reconocer lo que es verdad o mentira no tiene nada que ver con la perfección.

Escuchar la voz de Dios sobre las mentiras del enemigo – Jessica Hottle

¿Qué dice la Biblia acerca de escuchar la voz de Dios?

Aquí hay algunos pasajes de las Escrituras que nos señalan el discernimiento, el control y la obra del Espíritu Santo.

Por tanto, amados hermanos míos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para enojarse; porque la ira del hombre no produce la justicia de Dios. (Santiago 1:19-20)

Los que tardan en enojarse tienen gran entendimiento [and profits from his self-control]pero el que es irascible expone su necedad y la alaba [for all to see]. (Proverbios 14:29 amperios)

“Enojaos y no pequéis”: No dejéis que el sol se ponga sobre vuestro enojo y no deis lugar al diablo. (Efesios 4:26-27)

Jesús se enojó sin pecar. Tenía una ira justa. La ira justa no es pecado. La ira de Jesús condujo a la mejora de todas las personas. Justa ira contra el mal, no contra las personas. La ira pasiva da paso al diablo. Como creyentes, es un mandamiento “resistir” (luchar activamente contra) el enemigo, razón por la cual somos llamados simultáneamente a “someternos a Dios” (Santiago 4:7).

Sobre todo, quiero que sepas que tienes esto Capacidad de diferenciar, saber que es posible y verdadero escuchar a Dios. (De hecho, apuesto a que escuchas la voz de Dios aquí más de lo que crees). Todo comienza y termina con la Palabra. ¿Qué tipo de fruta produce y le permitirá saber con quién trabaja?

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Escuchar la voz de Dios sobre las mentiras del enemigo – Jessica Hottle

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Escuchar la voz de Dios sobre las mentiras del enemigo

En nuestra vida diaria, a menudo nos encontramos luchando contra una batalla invisible. Es la batalla de nuestras mentes, en la que el enemigo trata de engañarnos y alejarnos de la verdad. Pero afortunadamente, Dios ha dado a cada uno de nosotros una herramienta poderosa para vencer estas mentiras: su voz.

¿Qué significa escuchar la voz de Dios?

Cuando hablamos de «escuchar la voz de Dios», no nos referimos a una experiencia física en la que escuchamos palabras audibles. Más bien, se trata de sintonizar nuestra mente y nuestro espíritu con la voluntad de Dios y permitir que nos dirija a través de su Palabra, la Biblia, así como de su Espíritu Santo.

La voz de Dios puede manifestarse de diferentes maneras. Puede ser a través de la lectura de la Biblia, en la cual encontramos su sabiduría y dirección para nuestras vidas. También puede ser a través de una sensación o convicción en nuestro espíritu, una palabra profética de otra persona o incluso en medio de la oración y la adoración.

¿Por qué es importante escuchar la voz de Dios?

Escuchar la voz de Dios es fundamental para vivir una vida plena y abundante. Cuando permitimos que las mentiras del enemigo nos controlen, caemos en trampas y patrones de pensamiento negativos. Pero cuando escuchamos la voz de Dios, su verdad nos libera de las cadenas y nos guía hacia su propósito para nosotros.

La voz de Dios nos consuela en tiempos de dificultad, nos guía en momentos de indecisión y nos da fuerza cuando nos sentimos débiles. También nos corrige cuando nos alejamos de su camino y nos alienta a seguir adelante. Escuchar su voz nos ayuda a distinguir entre la verdad y las mentiras del enemigo, a mantenernos firmes en nuestra fe y a experimentar una relación más profunda con él.

¿Cómo podemos escuchar la voz de Dios?

Escuchar la voz de Dios requiere de tiempo y dedicación. Aquí hay algunos pasos prácticos que podemos seguir para afinar nuestro oído espiritual y discernir su voz:

  1. Lee la Biblia: La Palabra de Dios es viva y poderosa, y contiene toda la sabiduría que necesitamos. Dedica tiempo regularmente a leer y meditar en las Escrituras.
  2. Oración y adoración: Dedica tiempo a hablar con Dios en oración y a adorarle en espíritu y verdad. Permítele que hable contigo y abre tu corazón para recibir su dirección.
  3. Estar atento a su voz: Aprende a reconocer la voz de Dios a través de la familiaridad con su carácter y principios. A medida que creces en tu relación con él, su voz se volverá más clara y reconocible.
  4. Buscar consejo espiritual: No tengas miedo de acercarte a líderes espirituales maduros en tu comunidad de fe y pedir orientación. Ellos pueden ayudarte a discernir la voz de Dios y proporcionar una perspectiva sabia.

Recuerda que escuchar la voz de Dios es un proceso en constante desarrollo. No te desanimes si no lo logras de inmediato, sino continúa buscando y cultivando una relación íntima con él. Su voz siempre está disponible para aquellos que deseen escucharla.

Confiar en la voz de Dios y desenmascarar las mentiras del enemigo es una forma de encontrar la paz y el propósito en nuestras vidas. Así que toma un momento hoy para sintonizarte con la voz de Dios y declarar su verdad sobre cualquier mentira que el enemigo haya depositado en tu mente. ¡Verás cómo su voz transforma y renueva tu vida!

Referencias:

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