¿Estás deprimido por tu peso pero no puedes dejar de comer? 3 verdades bíblicas para sentirte mejor

«¿Estás cansado de luchar contra el peso extra pero te resulta imposible resistirte a la comida? Si te encuentras en esta situación, no estás solo. Muchas personas se sienten atrapadas en un ciclo de depresión y alimentación compulsiva, sin saber cómo romperlo. Pero hoy queremos ofrecerte tres verdades bíblicas que te ayudarán a sentirte mejor, a encontrar la paz mental y a tomar el control de tu alimentación. ¡No te pierdas esta reveladora guía para encontrar esperanza y bienestar!»

¿Alguna vez has dicho: «Estoy deprimido por mi peso pero no puedo dejar de comer»?

Comer emocionalmente no es intrínsecamente malo. Todos tenemos emociones y sentimientos y los celebramos con comida o tenemos un mal día y queremos disfrutar de un buen capricho.

Sin embargo, si comemos emocionalmente para llenar un vacío o es una forma constante de afrontarlo, entonces debemos afrontarlo. problemas subyacentes.

no podemos resolverlo hambre emocional con comida.

Por esta razón, no podemos ignorar los demás factores estresantes asociados con la pérdida de peso.

Por esta razón, se trata más de la ingesta de calorías y la ingesta de calorías.

Por esta razón, no se trata sólo de encontrar el mejor entrenamiento y ejercitarte 5-6 días a la semana.

La diferencia entre comer emocionalmente y atracones

La alimentación emocional y los atracones son comportamientos relacionados pero diferentes. Ambos implican consumir alimentos en respuesta a emociones, pero existen algunas diferencias clave entre los dos:

Comer emocional: Se refiere a comer en respuesta a sentimientos como estrés, ansiedad, depresión, aburrimiento o tristeza. Las personas que comen emocionalmente pueden recurrir a la comida para afrontar emociones difíciles o para calmarse. La alimentación emocional suele ser provocada por emociones específicas y puede verse como una forma de automedicación. El objetivo de la alimentación emocional suele ser sentirse mejor en el momento, pero puede provocar sentimientos de culpa o vergüenza y contribuir al aumento de peso con el tiempo.

Trastorno por atracón: El trastorno por atracón (BED, por sus siglas en inglés) es un trastorno alimentario reconocido que se caracteriza por episodios recurrentes de consumo de grandes cantidades de alimentos en un corto período de tiempo (normalmente menos de dos horas), acompañados de una sensación de pérdida de control. A diferencia de la alimentación emocional, los atracones no necesariamente son desencadenados por emociones específicas. Las personas con BED pueden comer en respuesta a varios desencadenantes, incluido el estrés, la ansiedad, el aburrimiento o simplemente porque hay comida disponible. A diferencia de la alimentación emocional, los atracones no son una reacción a un sentimiento o evento específico, sino más bien un patrón de comportamiento que se repite durante un largo período de tiempo.

En resumen, la alimentación emocional es una respuesta a las emociones, mientras que el trastorno por atracón es un patrón de comportamiento repetitivo y más grave que puede tener un impacto significativo en la salud física y mental de una persona.

Línea directa nacional para trastornos alimentarios

Entonces, cuando decimos: «Estoy deprimido por mi peso pero no puedo dejar de comer», recuerde que su cuerpo funciona como una unidad.

No son sólo nuestros sentimientos.

Conocer la conexión mente-cuerpo nos ayuda a comprender las emociones específicas que tenemos hacia la comida y por qué comemos emocionalmente.

Aquí hay algunas creencias que tenemos sobre la comida cuando se trata de comer emocionalmente:

  • La comida no te da una respuesta ni te dice si estás en lo cierto o no.
  • La comida se siente como si estuviera ahí para ti.
  • No existe ningún riesgo para la seguridad con los alimentos porque no te perjudican ni te manipulan.
  • Es salvar.
  • Es consistente.
  • No hay respuesta.
  • No hay opinión.

Sólo quiero recordarte que no te falta disciplina ni fuerza de voluntad. Se trata de construir el puente entre ellos. Qué Tú lo sabes creer lo que sabes.

Para aprender a dejar de comer en exceso, primero debemos analizar más de cerca por qué comemos en exceso.

Cambiemos «Estoy deprimido por mi peso pero no puedo dejar de comer» por «¿Por qué siento la necesidad de seguir comiendo?»

Aquí hay algunas cosas que debe considerar para ayudarlo a descubrir por qué está comiendo en exceso:

Estás parado frente a tus comidas favoritas. ¿Qué tienes delante de ti, listo para funcionar?

Comes muchas ensaladas. Las ensaladas son excelentes acompañantes de las verduras de hojas verdes, pero sin una buena fuente de carbohidratos, proteínas y grasas, las ensaladas también pueden ser bajas en calorías y no sustentar la energía.

Estás distraído. Nuestro estómago tiene «receptores de estiramiento». Cuando la comida ingresa a nuestro estómago, los receptores de estiramiento envían una señal de saciedad a nuestro cerebro, diciendo: «¡Estás lleno!» Esta señal no funciona si comes mientras estás distraído. Los estudios han demostrado que puedes consumir fácilmente cientos de calorías adicionales si no tienes cuidado. (Por ejemplo, comer mientras mira una película o tomar un refrigerio mientras habla por teléfono).

Estás sediento. El cerebro confunde la sed con el hambre y terminas comiendo en exceso, aunque un vaso de agua habría ayudado a determinar si realmente tenías hambre o no.

Estás estresado. El estrés aumenta los niveles de cortisol y promueve el hambre y el comer en exceso. Cuando los niveles de cortisol se elevan durante un largo período de tiempo, existe un mayor riesgo de aumento de peso.

No dormiste bien la noche anterior. Investigación ha demostrado que incluso una sola noche de sueño puede afectar el funcionamiento de las hormonas del apetito.

Sigues una dieta. Cuando llevamos una dieta restrictiva, no escuchamos nuestras señales internas de hambre porque intentamos seguir un plan en lugar de confiar en nuestro cuerpo.

Comes muy poco. Quizás comas muy poco en el desayuno y el almuerzo y mucho más en la cena. No es que estés «comiendo demasiado». Tu cuerpo tiene hambre porque no has consumido muchas calorías a lo largo del día.

Entonces, cuando dices: «Estoy deprimido por mi peso pero no puedo dejar de comer», no se trata solo de la fuerza de voluntad para dejar de comer.

También pueden suceder otras cosas en nuestras vidas.

Comparto estos para entender que comer en exceso no siempre se trata de emociones. Es posible que esté cansado y sediento, coma muy poco, haga demasiado ejercicio y no proporcione a su cuerpo suficientes calorías. Todo esto puede provocar que comas demasiado en una sola comida.

Comer emocionalmente Puede ser una forma de comer en exceso, pero no todo comer en exceso se debe a las emociones.

Por lo tanto, existen algunas formas sencillas de recuperarse de comer en exceso:

  1. No dejes todos tus bocadillos favoritos en la mesa o fácilmente accesibles en la despensa. Manténgalo fuera de la línea de los ojos.
  2. Cuando comas ensaladas, agrega proteínas, grasas y carbohidratos para equilibrar tus niveles de energía hasta tu próxima merienda o comida.
  3. Coma sin distracciones como pantallas o aparatos electrónicos.
  4. Lleva agua contigo dondequiera que vayas. Facilítale beber más agua.
  5. Aprenda a lidiar con el estrés en lugar de ignorarlo.
  6. Prioriza el sueño o incluso implementa un horario de sueño para que puedas ver cuándo te acuestas, si te despiertas durante la noche y de cuántas horas dispones.
  7. Deja de intentar encontrar el próximo plan de dieta o dieta que sea «la correcta».
  8. Consuma más calorías con sus comidas durante el día para mantenerse lleno en cada comida.

Muchas mujeres creen que comen demasiado porque aman demasiado la comida o son golosas. Puede que haya algo de verdad en eso, pero no es toda la verdad. Dios nos hizo un ser de tres partes. Somos una sola mente, tenemos una sola alma y vivimos en un solo cuerpo, lo que significa que todas las partes de nuestro cuerpo trabajan juntas al unísono. Creer que comes demasiado porque amas demasiado la comida nos impide ver el panorama más amplio y, por lo tanto, sanarnos.

¿Crees que la afirmación “Estoy deprimido por mi peso pero no puedo dejar de comer” podría ser cierta, pero también podría limitar lo que Dios quiere hacer en ti y a través de ti?

Escritos contra la depresión

Aquí hay algunos versículos de la Biblia que algunas personas encuentran útiles cuando enfrentan la depresión:

  1. Salmo 34:18: “Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón y salva a los abatidos de espíritu”.
  2. Isaías 41:10: “No temáis, porque yo estoy con vosotros; No desmayéis, porque yo soy vuestro Dios. Yo te fortaleceré y te ayudaré; Te sostendré con mi diestra justa”.
  3. Mateo 11:28-30: “Venid a mí todos los que estáis cansados ​​y agobiados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga”.
  4. Juan 14:27: “La paz os dejo; Te doy mi paz. No te doy lo que el mundo te da. No se turbe vuestro corazón ni temáis”.
  5. Filipenses 4:6-7: “Por nada estéis afanosos, sino que en toda situación, con oración y petición, con acción de gracias, presentad vuestras peticiones a Dios.” Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, estará en vuestro corazones y en vuestras mentes guardad a Cristo Jesús.”

Recuerda que Dios siempre está ahí para ti y que te ama mucho. Estos versículos pueden ser una fuente de consuelo y aliento, pero también es importante buscar ayuda de un amigo, familiar o profesional de la salud de confianza si está luchando contra la depresión.

¿Estás deprimido por tu peso pero no puedes dejar de comer? 3 verdades bíblicas para sentirte mejor

3 verdades bíblicas que te ayudarán a sentirte bien en tu cuerpo

1. Mira la caída de Adán y Eva.

Fueron expuestos y se les dieron nuevos ojos. No sabían que estaban desnudos hasta que ella se comió la manzana y Adán se comió la manzana. Se escondieron avergonzados. La caída provoca un ataque y lucha contra tu cuerpo. Ahora Dios reside en ti, el templo que es tu cuerpo. Habrá ataques. Vendrán pensamientos del enemigo que nos harán insatisfechos con nuestro cuerpo.

A veces debemos recordar que no estamos luchando por el cuerpo perfecto, sino contra las fuerzas que nos dicen que nuestros cuerpos son malos.

2. Deja de comparar nuestros cuerpos.

Nuestra insatisfacción con nuestros cuerpos proviene de la comparación. En realidad, esto es solo una visión distorsionada de un cuerpo bueno versus un cuerpo malo. 2 Corintios 10:12 dice: «No nos atrevemos a clasificarnos ni a compararnos con nadie que se alaba a sí mismo». Si se miden y se comparan consigo mismos, no son sabios. Me encanta la segunda frase de esta escritura: «Si se miden y se comparan consigo mismos, no son sabios”. Cuando comparamos, nos volvemos imprudentes. Hay otra traducción que nos llama tontos.

No se trata de avergonzarnos o arrinconarnos. Es un hecho que la comparación no es saludable para nuestro corazón. A menudo hablamos de esto cuando pensamos en la imagen corporal porque comparamos qué es un buen cuerpo y qué es un mal cuerpo.

3. Sepa que su cuerpo no es una máquina que ofrece resultados.

Creemos que el esfuerzo debe ser proporcional a nuestros resultados. Independientemente de lo que comas o dejes de comer, de cualquier ejercicio que hagas, de cualquier ejercicio que no hagas, accederás a esta vista basada en el rendimiento. Quiero que mi esfuerzo coincida con mis resultados. Si este no es el caso, te sentirás insatisfecho con tu cuerpo, frustrado y casi lo convertirás en tu enemigo.

Para sentirte cómodo con tu cuerpo, primero debes ser amable con el cuerpo con el que el Señor te ha bendecido y aprender a tratarlo bien.

Para obtener más información sobre cómo superar la alimentación emocional, realiza mi curso. Marco bíblico para superar la alimentación emocional.

Juntos podemos cambiar y sanar diciendo: «Estoy deprimido por mi peso pero no puedo dejar de comer».

rezando por ti,

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¿Estás deprimido por tu peso pero no puedes dejar de comer? 3 verdades bíblicas para sentirte mejor

¿Estás deprimido por tu peso pero no puedes dejar de comer? 3 verdades bíblicas para sentirte mejor

Si te sientes deprimido por tu peso y tienes dificultades para controlar tus hábitos alimentarios, puede ser un desafío abrumador. Sin embargo, no estás solo en esta lucha. La Biblia ofrece algunas verdades alentadoras que pueden ayudarte a sentirte mejor y superar estos desafíos emocionales y físicos.

1. Tu valor no está determinado por tu apariencia física

Es común sentir que tu peso define tu valía como persona. Pero la verdad bíblica es que tu valor no está determinado por tu apariencia física. La Biblia nos enseña que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, lo que significa que nuestro valor viene de nuestra identidad en Él y no de nuestra apariencia exterior. No importa cuál sea tu peso, eres amado y valioso para Dios.

2. La comida no debe ser tu consuelo

Cuando te sientes deprimido, puede ser tentador recurrir a la comida como una forma de consuelo. Sin embargo, la Biblia nos enseña que debemos encontrar consuelo en Dios y no en la comida. Él es nuestro refugio y fortaleza, y podemos encontrar satisfacción plena en Su presencia. Busca apoyo en tu fe y ora por fortaleza para resistir la tentación de recurrir a la comida como una fuente de consuelo.

3. Cuida tu cuerpo como un templo sagrado

El cuerpo humano es un regalo de Dios, y debemos cuidarlo y tratarlo con respeto. Esto incluye mantener una alimentación saludable y hacer ejercicio regularmente. La Biblia nos anima a cuidar nuestro cuerpo, reconociendo que es el templo del Espíritu Santo. Al hacerlo, no solo mejoramos nuestra salud física, sino que también promovemos un sentido de bienestar emocional y espiritual.

Superar la depresión por el peso y las dificultades para controlar los hábitos alimentarios puede ser un proceso largo y desafiante. Pero recuerda que no estás solo en esta lucha. Dios está contigo, amándote y brindándote fuerza para superar cualquier obstáculo. Confía en Él y busca Su guía y consuelo a través de Su palabra en la Biblia.

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